Emociones y Nutrición

27.06.2019

Nuestras emociones radican en la amígdala del sistema límbico situado en la zona central del cerebro, que rodea el tallo encefálico. Cuando estamos atrapados por el deseo o la rabia, cuando el amor nos enloquece o el miedo y la ansiedad nos hacen retroceder, nos hallamos bajo la influencia del sistema límbico.

Las personas con lesiones en la amígdala tienen alteradas las emociones o carecen de ellas. Aunque normalmente controlamos con la mente la salida de los estados emocionales, en ocasiones las respuestas emotivas son tan rápidas que nuestro cerebro pensante (el neocórtex), no tiene tiempo de actuar.

Tanto el sistema límbico como el neocórtex están compuestos de millones de células que son alimentadas por la sangre y la calidad de la sangre dependerá del tipo de alimentación que tengamos y de los sistemas de asimilación, transporte y eliminación. 

Por lo tanto el equilibrio emocional depende entre otros factores del aporte alimenticio. 

Dr. Julio Salazar Gonzales